Cuando pensábamos que tras una crisis económica y una pandemia mundial la economía de las familias españolas podía empezar a recuperarse, nos encontramos con unas subidas desorbitadas de los precios de la luz, gas, gasolina y productos alimenticios básicos que empeoran aún más la situación económica de los consumidores.
Toda esta situación está dando lugar a que, de nuevo, se empiece a notar un aumento en el uso de las tarjetas “revolving”. Este tipo de tarjetas, que suponen el acceso rápido y sencillo a importantes cantidades de dinero que se vuelven indispensables para los ciudadanos, pueden acabar asfixiando aún más la situación económica de sus clientes por el abono de intereses que, incluso a día de hoy, y tras las numerosas sentencias recaídas en este ámbito, siguen siendo usurarios.
De nuevo, están volviendo a comercializarse este tipo de tarjetas en los establecimientos con mayor afluencia de clientes, lo que hace que, la adquisición y uso de estas tarjetas se encuentre al alcance de cualquiera, siendo ésta su característica más relevante. Ello, unido a los escasos requisitos exigidos para adquirir una de ellas, da lugar a que los clientes de nuevo encuentren este tipo de dinero, “fácil y rápido”, como un respiro a sus problemas económicos.
De esta forma, ante un panorama en el que la inflación está disparando no sólo el precio del recibo eléctrico, sino también el de la cesta de la compra, existe una importante alarma en cuanto a que su creciente uso multiplique los niveles de sobreendeudamiento de las familias.
Según los datos del Banco de España, como consecuencia de la pandemia, se ha disparado el uso de tarjetas bancarias, siendo que, la Covid-19 ha dado lugar a un cambio en la forma de consumo de los ciudadanos españoles, lo que implica que cada vez se realizan menos pagos en efectivo, de manera que, el uso de las tarjetas en general se ha implementado como una costumbre diaria de los ciudadanos.
Y es ahí donde, las tarjetas “revolving” vuelven a tener un papel muy importante en el consumo de los españoles, ya que las condiciones difieren de las habituales en las de crédito o débito, pero su uso es muy parecido.
De manera que, si a una situación económica complicada, le sumamos el acceso rápido y fácil a un importe de dinero prestado y le añadimos la costumbre más que generalizada de pagar con tarjetas; todo ello da lugar a un cóctel preocupante y causante de un endeudamiento de los consumidores.
A pesar de todo ello, es importante resaltar también el hecho de que, las recientes sentencias dictadas por el Tribunal Supremo, han dado lugar a que las entidades de crédito rebajen de forma voluntaria y unilateral el importe del interés aplicado a este tipo de contratos. Si bien, ello no ha impedido que los litigios originados por este tipo de productos financieros se hayan convertido en la causa más habitual en lo referente al Derecho Bancario.
Es por ello que, desde el despacho de abogados Doble A Consulting, S.L. aconsejamos que, si crees que tienes una de estas tarjetas cuyos intereses han sido considerados usurarios y quieres que te revisemos tu documentación, te pongas en contacto con nosotros para que nuestro equipo de expertos en Derecho Bancario pueda orientarte de la manera más completa.